En mi opinión, éste podría ser uno de los paseos más variados de la isla.

No lo sabía de antemano. Me visitó un amigo que tenía muchas ganas de explorar Mallorca. Me vino a la mente la bahía de los "tres dedos" en Portals Vells. El plan era un paseo corto, pero no realmente una excursión. El trayecto de Palma a Portals Vells duró unos 40 minutos. 

Hay varias formas de empezar esta aventura. Desde Sol de Mallorca ya se podía llegar a la caminata por los tres "dedos". Habíamos elegido el aparcamiento directamente en la Platja Platgeta de Portals Vells para nuestra, todavía inconsciente, entrada en esta caminata de aventura. Cruzamos la Platja Platgeta de Portals Vells hacia la derecha, mirando al mar, y llegamos a un camino pedregoso y más adelante a la Platja de sa Caleta. En el camino pedregoso, podíamos vislumbrar a lo lejos las entradas de las cuevas. Así comenzó nuestra caminata de aventura. Después de unos 100 metros, llegamos a las Coves de la Mare de Deú por un pequeño sendero acantilado.

¿Los marinos católicos, o quizás los mayas?

Al entrar en las cuevas por la entrada principal, nos percatamos de la siguiente imagen:

Esto despierta rápidamente la imaginación de un niño y le hace sonreír al ver quién se ha inmortalizado con tanta gracia en la piedra. Las cuevas tienen tres entradas y se extienden a lo largo y ancho de la montaña. Su tamaño no se debe a causas naturales, sino a su uso como cantera de la que se extraían bloques de arenisca para la Catedral de Palma y la iglesia parroquial de Santa Eulàlia en la Edad Media. Según la tradición, en esta misma cantera quedaron varados unos marineros católicos tras una fuerte tormenta en el siglo XV. En agradecimiento por haber sobrevivido a la tormenta, erigieron un altar a la Madre de Dios. De ahí su nombre: Coves de la Mare de Deú (Cuevas de la Madre de Dios). 

Después de visitar las cuevas, volvimos caminando un poco hasta una bifurcación, que o bien lleva de vuelta a Platja de sa Caleta, o a través de un estrecho sendero cuesta arriba por encima de las cuevas. Tomamos el camino estrecho y después de un corto tiempo llegamos a una llanura con una gran vista de las 4 bahías cerca de Portals Vells.

Desde la llanura, sale un camino a la derecha, que más adelante desemboca en una carretera ancha. Desde allí, tome un sendero acantilado hacia el faro Far de Cap de Cala Figuera, marcado con puntos rojos, manchas azules y amarillas.

¿Senderismo con vistas constantes al mar? No hay problema.

El sendero costero es realmente estupendo. Allí no sólo nos encontramos con cabras salvajes, sino que también disfrutamos de las siguientes vistas:

Con un agradable aire marino y un azul intenso frente a nuestras narices, el camino nos condujo más allá de la bahía de Cala en Beltrán hasta Cala Figuera, que parece un fiordo.

Aquí descendimos por rocas de arrecife hasta una pequeña playa. Al otro lado de la bahía, volvimos a subir por un sendero escalonado hasta una pequeña carretera que, si girabas a la izquierda, te llevaba relativamente rápido al tercer punto culminante de esta excursión de aventura. 

Lugares perdidos - Mallorca. Te sientes como si hubieras retrocedido en el tiempo.

Siguiendo la pequeña carretera, nos esperaba la siguiente sorpresa histórica. Una antigua base de la guardia costera española. Las instalaciones se construyeron en 1919 y se ampliaron varias veces; finalmente se cerraron en 1989.

La pequeña carretera nos condujo primero junto a barracones pintados con graffiti, cuyo interior delataba que no eran de esta época. Las antiguas duchas, la cocina, la capilla de los artilleros y el edificio de los oficiales nos transportaron a otra época. Elaboramos, aunque el propósito de la construcción de estas instalaciones puede ser cuestionable, que ya entonces un "trabajo" con semejantes vistas debía de ser tentador. Poco después llegamos al gran complejo de búnkeres con muros de un metro de grosor. No obstante, recomiendo precaución, ya que algunos de los edificios parecen correr peligro de derrumbarse.

Ya en 1579 se construyó en el cabo de Cala Figuera una torre de vigilancia contra los piratas. Los restos pueden verse a la derecha de la carretera de acceso al faro. Desde allí se tiene una vista impresionante de la bahía de Palma.

¿La ruta es apta para niños?

Yo diría que no. Debido al hecho de que el camino pasa principalmente por acantilados escarpados y que algunos de los edificios que se visitan corren peligro de derrumbarse, yo vería una excursión aquí con niños más como una "subida de pulso" que como una excursión agradable.

Tengo curiosidad por saber qué opina de esta excursión. No dudes en dejarnos tus comentarios.